Aunque tu no lo sepas me he inventado tu nombre, me drogué con promesas y he dormido en los coches. Aunque tu no lo entiendas nunca escribo el remite en el sobre por no dejar mis huellas. Aunque tú no lo sepas me he acostado a tu espalda, y mi cama se queja fría cuando te marchas.
He blindado mi puerta y al llegar la mañana no me importa darme cuenta...