viernes, 5 de octubre de 2012

Amores perros...

Todo comenzó no se cuándo y no se dónde cuando alguien me dijo: "el problema es que después de ser un perro de casa no puedes ser un perro callejero... estás acostumbrado a que alguien te ponga el platito con tu comida y el agua en tu cuenco, a que te den mimos y te saquen a pasear con correa. Ya no puedes soportar el frío de la calle o el no dormir con alguien, y buscarte tu la vida. No sabes a dónde vas porque nadie te guía... y te sientes perdido y triste".

¿Pero qué pasa cuando eres un perro maltratado?... ¿un perro abandonado y apaleado, un perro que se ha buscado la vida, que ha huido de una mala casa y que se ha quedado traumatizado para siempre? ¿Puedes ser un perro de casa otra vez? ¿Pueden tus dueños soportar tus nervios, tus histerismos y tus miedos al abandono y al maltrato que te provocan ataques continuos? ¿acaso estás condenado a que tus traumas impidan que llegues de nuevo a ese climax de felicidad con algo tan simple como que te rasquen detrás de las orejas?