lunes, 24 de mayo de 2010

Fe...



¿Recuerdas cuando eras niño y te creías todo lo que decían los cuentos? Aquella fantasía de cómo sería tu vida... un increíble vestido violeta, el hombre de tu vida que te llevaba a hacer el amor al medio del monte... te acostabas por las noches, cerrabas los ojos y tenías una fe absoluta. Todas nuestras ilusiones estaban tan cerca que las podías sentir, pero poco a poco creces, un día, abres los ojos y el cuento de hadas desaparece, la mayoría de la gente acude a las cosas y a las personas en quien pueden confiar, lo que ocurre es que es difícil dejar del todo a un lado ese cuento de hadas, porque casi todo el mundo tiene todavía ese pequeño gramo de ilusión, de fe, de que algún día abrirán los ojos y todo se hará realidad.

Al final del día, la fe es algo curioso, se presenta cuando menos te lo esperabas, es como si un día te dieras cuenta de que el cuento de hadas puede ser un poco diferente de lo esperado, el castillo, bueno, puede no ser un castillo, y no es tan importante ser felices y comer perdices para siempre, solo que seas feliz en este momento. Una vez cada cierto tiempo, una vez cada luna llena, la gente te sorprenderá y una vez cada cierto tiempo, la gente puede sorprenderte hasta tal punto que no te deje respirar.

sábado, 8 de mayo de 2010

Karma...




A veces, hasta las buenas personas toman decisiones precipitadas: malas decisiones... decisiones de las que somos conscientes que nos arrepentiremos a la mañana siguiente; bueno, tal vez no del todo, porque por lo menos no nos quedaremos pensando en ese "¿y si no lo hubiera hecho...?", pero, aún así, algo en nuestro interior nos anima a hacer una locura que sabemos que tarde o temprano nos pegará lo que yo llamo una tremenda bofetada psicológica... Curioso, porque la hacemos de todos modos. ¿Es cierto que recogemos lo sembrado? ¿nos devuelven nuestros actos?, ¿por qué a veces nos da la sensación de ser mejores de lo que el mundo es con nosotros? Si es el Karma así, lo mires por donde lo mires... es un asco. Si el Karma igualara la balanza, si no fuera tan injusto a veces, incluso inesperado... no nos daría igual tomar esas malas decisiones... aunque ¿quién sabe? igual volveríamos a querer cometer el error de todos modos...

lunes, 3 de mayo de 2010

Valiente...


El próximo que queme en una hoguera mis traumas y los suyos, y me haga bailar desnuda a su alrededor; que tenga el valor de venir con un botiquín de primeros auxilios para socorrerme y hacerme el boca a boca si es necesario. El último que llegue que me dé paz y después guerra, que sacuda mi cama como un animal; que como decía aquella canción, que me dé la vez, la razón, la mano y el oro y el moro, (aunque yo soy más de plata...), que no traiga currículum pero que pase con nota la entrevista personal, claro, que pida por esa boquita, que yo le aumentaré ya no el sueldo, sino el sobresalto, el calor en la nuca, la adrenalina y la serotonina.