Ella abrió tranquilamente la puerta, era domingo y rondaban las 10 de la mañana. El llegó tambaleándose rebosando valor, aunque ella sólo pudo atisbar un jovencito borracho a través de sus legañas. No había desayunado, pero le ofreció una cerveza, para acompañarle, claramente.
- Estas bien?- dijo él.
- Claro- contestó ella, como cuando algo se te cae por las escaleras.
Y la abrazó. La abrazó en un abrazo de sobra, en un abrazo de los no te veo en meses porque no te necesito, y a pesar de que ella si lo necesitaba no lo acogió, lo abrazó con compromiso y siguió desayunando su cerveza.
Después de una cerveza la besó en la urgencia, pero ella ya no sentía tal ansiedad, se dejó llevar, se dejó hacer... se dejó ir; abusó de un niño con ganas que empezó a comérsela por entre las piernas.
...
- En serio estás bien?
Ella no contestó, tan sólo pensó... "No, ... siento como... corrosión".
martes, 31 de octubre de 2017
lunes, 30 de octubre de 2017
Todo el instante
hembra repentina
no pierdan el tiempo,
QUIÉRANSE
dejen todo en el beso,
palpen la carne nueva,
gasten el coito único,
DESTRÚYANSE
que el tiempo pasará,
que está pasando.
Que ya ha pasado para los dos,
urgente viejo, anciana repentina.
Mario Benedetti
Etiquetas:
nostalgia,
romántica,
sensualidad,
sueños y deseos,
suicida
Suscribirse a:
Entradas (Atom)