viernes, 5 de octubre de 2012

Amores perros...

Todo comenzó no se cuándo y no se dónde cuando alguien me dijo: "el problema es que después de ser un perro de casa no puedes ser un perro callejero... estás acostumbrado a que alguien te ponga el platito con tu comida y el agua en tu cuenco, a que te den mimos y te saquen a pasear con correa. Ya no puedes soportar el frío de la calle o el no dormir con alguien, y buscarte tu la vida. No sabes a dónde vas porque nadie te guía... y te sientes perdido y triste".

¿Pero qué pasa cuando eres un perro maltratado?... ¿un perro abandonado y apaleado, un perro que se ha buscado la vida, que ha huido de una mala casa y que se ha quedado traumatizado para siempre? ¿Puedes ser un perro de casa otra vez? ¿Pueden tus dueños soportar tus nervios, tus histerismos y tus miedos al abandono y al maltrato que te provocan ataques continuos? ¿acaso estás condenado a que tus traumas impidan que llegues de nuevo a ese climax de felicidad con algo tan simple como que te rasquen detrás de las orejas?

lunes, 2 de julio de 2012

Yo no vivo...


Yo no vivo... yo ardo.
Yo no lloro... yo lluevo.
Yo no escribo... yo destilo.

Y así todo el tiempo...

miércoles, 2 de mayo de 2012

Paraíso artificial...


Creamos de la nada un paraíso artificial, con cada palabra, con cada noche. Luchamos por un sueño, por que se hiciese todo realidad... y ahí lo tienes: estar tan cerca de lo cotidiano y contigo se convierte como ir de viaje al fin del mundo.

 
Tengo un mapa del abismo
escrito en una canción
y un agujero negro abierto en el corazón...
pero cuando tu apareces 
se desvanece el dolor
y no necesito a nadie porque se...
que como todas las noches
nos perderemos los dos
buscando algún paraíso artificial...

sábado, 21 de abril de 2012

Yo no quiero...

Yo no quiero un amor civilizado...
Yo no quiero 14 de febrero, ni cumpleaños feliz...


Lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mi...
Y morirme contigo si te matas,
y matarme contigo si te mueres,
por que el amor, cuando no muere mata,
porque amores que matan, nunca mueren... 


24 estrellas ya...

miércoles, 18 de abril de 2012

Celtas...

 Los celtas creían que los ojos de los gatos eran las puertas hacia el mundo de las hadas :) Triskel tiene 2 puertas preciosas...
Dana, una de las mayores deidades celtas... con su mirada sospechosa.

Comienzos...

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* Me gustan los comienzos, porque son los momentos en los que un final parece imposible...

martes, 17 de abril de 2012

Las cosas que nunca te dije...

Que quería un cocodrilo inflable de dos metros, para chapotear en la playa.
Que quería una pistola de burbujas con forma de corazón, y siempre me conformé con comprarme algún que otro pompero a escondidas.
Que siempre intenté escribir poesía... pero parece mentira que no me salga nada bueno.
Que me hace ilusión gritar algo que no viene a cuento por la calle, aunque si que me importa que me miren.
Que es la primera vez que me besan bajo la lluvia y además sale el arcoiris...
Que se que el hoy es lo que importa, y aún así se me hace raro pensar en que los mañanas puedan suponer el que ya no estés aquí...

Que soy muy feliz porque... me han regalado una pizarra magnética :)
Pero me parece triste que el mundo no disfrute de pequeños detalles como esos... y más triste aún que no se conmuevan con una frase de amor. Los niños sonrientes que llevamos dentro nos hacen imposible dejar de soñar, así que: Paula pequena, no desaparezcas nunca... prometo pagarte todas las deudas que tengo con mi niñez, cueste lo que cueste.

Empezaré por jugar un rato con mi pizarra...

miércoles, 11 de abril de 2012

Instantes...

 Este instante será sólo un recuerdo dentro de un momento...


Rayos de luz filtrados por cortinas,
vuelan golondrinas entre las antenas.
Treinta y siete grados, un montón de huesos,
lléname de besos, líbrame de penas.
Ladran conductores, grita la vecina,
la gotera insiste, sácame a bailar.
La gata me mira tan felinamente,
giro y de repente ya sé qué cantar.
Instante, lugar, momento adecuado,
no está preparado pero va rodado.
Intento sacarlo pero desafino,
te canto, te canto, te quiero, te quiero,
te quiero cantar, te quiero y no tengo voz,
te voy a cantar te quiero con tu voz.




 Gigante,
gigante,
gigante,
gigante,
gigante,
gigantes instantes,
gigante,
gigante.




Te he visto cantar,
te he visto sentir,
te he visto llorar,
te he visto sonreír,
hacer el payaso,
ponerte moreno,
te he visto en forma,
te he visto enfermo,
creer, crear,
nadar en el mar,
te he visto cansado,
andar preocupado,
te he visto vestido,
te he visto desnudo,
te he visto dormido
y creo que soñabas.

miércoles, 4 de abril de 2012

Sonríe...

"Cuando yo tenía 5 años, mi madre siempre me decía que la felicidad es la clave para la vida. Cuando fui a la escuela, me preguntaron qué quería ser cuando fuera grande, escribí feliz. Me dijeron que yo no entendía la pregunta. Les dije que no entendían la vida."
 

sábado, 24 de marzo de 2012

Zorra...

Fue entonces que apareció el zorro:
- Buen día - dijo el zorro.
- Buen día – respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta pero no vio a nadie.
- Estoy aquí – dijo la voz –, bajo el manzano...
- Quién eres ? – dijo el principito. – Eres muy bonito...
- Soy un zorro – dijo el zorro.
- Ven a jugar conmigo – le propuso el principito. – Estoy tan triste...
- No puedo jugar contigo – dijo el zorro. – No estoy domesticado.
- Ah! perdón – dijo el principito.
Pero, después de reflexionar, agregó:
- Qué significa "domesticar" ?
- No eres de aquí – dijo el zorro –, qué buscas ?
- Busco a los hombres – dijo el principito. – Qué significa "domesticar" ?
- Los hombres – dijo el zorro – tienen fusiles y cazan. Es bien molesto ! También crían gallinas. Es su único interés. Buscas gallinas ?
- No – dijo el principito. – Busco amigos. Qué significa "domesticar" ?
- Es algo demasiado olvidado – dijo el zorro. – Significa "crear lazos..."
- Crear lazos ?
- Claro – dijo el zorro. – Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo...
- Comienzo a entender - dijo el principito. – Hay una flor... creo que me ha domesticado...
- Es posible – dijo el zorro. – En la Tierra se ven todo tipo de cosas...
- Oh! no es en la Tierra – dijo el principito.
El zorro pareció muy intrigado:
- En otro planeta ?
- Sí.
- Hay cazadores en aquel planeta ?
- No.
- Eso es interesante ! Y gallinas ?
- No.
- Nada es perfecto – suspiró el zorro.
Pero el zorro volvió a su idea:
- Mi vida es monótona. Yo cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen, y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida resultará como iluminada. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los demás. Los otros pasos me hacen volver bajo tierra. Los tuyos me llamarán fuera de la madriguera, como una música. Y además, mira ! Ves, allá lejos, los campos de trigo ? Yo no como pan. El trigo para mí es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. Y eso es triste ! Pero tú tienes cabellos color de oro. Entonces será maravilloso cuando me hayas domesticado ! El trigo, que es dorado, me hará recordarte. Y me agradará el ruido del viento en el trigo...
El zorro se calló y miró largamente al principito:
- Por favor... domestícame ! – dijo.
- Me parece bien – respondió el principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.
- Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, domestícame !
- Qué hay que hacer ? – dijo el principito.
- Hay que ser muy paciente – respondió el zorro. – Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
Al día siguiente el principito regresó.
- Hubiese sido mejor regresar a la misma hora – dijo el zorro. – Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, ya desde las tres comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me agitaré y me inquietaré; descubriré el precio de la felicidad ! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Es bueno que haya ritos.
- Qué es un rito ? – dijo el principito.
- Es algo también demasiado olvidado – dijo el zorro. – Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas. Mis cazadores, por ejemplo, tienen un rito. El jueves bailan con las jóvenes del pueblo. Entonces el jueves es un día maravilloso ! Me voy a pasear hasta la viña. Si los cazadores bailaran en cualquier momento, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se aproximó la hora de la partida:
- Ah! - dijo el zorro... - Voy a llorar.
- Es tu culpa – dijo el principito -, yo no te deseaba ningún mal pero tú quisiste que te domesticara.
- Claro – dijo el zorro.
- Pero vas a llorar ! – dijo el principito.
- Claro – dijo el zorro.
- Entonces no ganas nada !
- Sí gano –dijo el zorro – a causa del color del trigo.
Luego agregó:
- Ve y visita nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Y cuando regreses a decirme adiós, te regalaré un secreto.
El principito fue a ver nuevamente a las rosas:
- Ustedes no son de ningún modo parecidas a mi rosa, ustedes no son nada aún – les dijo. – Nadie las ha domesticado y ustedes no han domesticado a nadie. Ustedes son como era mi zorro. No era más que un zorro parecido a cien mil otros. Pero me hice amigo de él, y ahora es único en el mundo.
Y las rosas estaban muy incómodas.
- Ustedes son bellas, pero están vacías – agregó. – No se puede morir por ustedes. Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas ustedes, puesto que es ella a quien he regado. Puesto que es ella a quien abrigué bajo el globo. Puesto que es ella a quien protegí con la pantalla. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres para las mariposas). Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que es mi rosa.
Y volvió con el zorro:
- Adiós – dijo...
- Adiós – dijo el zorro. – Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
- Lo esencial es invisible a los ojos – repitió el principito a fin de recordarlo.
- Es el tiempo que has perdido en tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante.
- Es el tiempo que he perdido en mi rosa... – dijo el principito a fin de recordarlo.
- Los hombres han olvidado esta verdad – dijo el zorro. – Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
- Soy responsable de mi rosa... - repitió el principito a fin de recordarlo.

miércoles, 21 de marzo de 2012

¿Por cuánto te vendes...?



Báilame el agua,
Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto,
Sácame de quicio, hazme sufrir...
Ponme a secar como un trapo mojado.
Lléname de vida,
líbrame de mi estigma,
Llámame tonto.
Olvida todo lo que haya podido decirte hasta ahora.
No me arrastres,
No me asustes,
Vete lejos...pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Toca mis ojos,
Nota la textura del calor,
¿Por cuánto te vendes?
Píllate los dedos,
Y deja que te invite a un café.
Caliente claro
Y sin azúcar... sin aliento.
Báilame el agua.
Úntame de amor y otras fragancias de su jardín secreto.
Riégame de especias que dejen mi vida impregnada de tu olor.
Sácame de quicio.
Llévame a pasear atado con una correa que apriete demasiado.
Sírveme un vaso de agua ardiente y bendita que me queme por dentro, que no sea tuya ni mía, que sea de todos.
Líbrame de mi estigma.
Llámame tonto.
Sacrifica tu aureola.
Perdóname.
Traga el humo.
Arréglalo y que no vuelva a estropearse.
Échalo fuera.
Crúzate conmigo en una autopista a cien por hora.
Sueña retorcido.
Sé yo mismo y no te arrepentirás.
¿Por cuánto te vendes?
Regálame a tus ídolos.
Yo te enviaré a los míos.
Píllate los dedos.
Los lameré hasta que no sepan a miel.


jueves, 8 de marzo de 2012

La esfera púrpura

Tengo muchos sueños que se me repiten, pero uno es especialmente escalofriante. Me gusta visitar los cementerios en mi vida real, y también suelo hacerlo en sueños, pero en mi mente los cementerios son lugares que te atrapan y te juzgan, como si hubieses fallecido. Siempre que cruzo la línea de entrada a un precioso cementerio, en mis sueños,me atrapan una especie de monjes que me juzgan como en el juicio final. Se antes de entrar que me da miedo la muerte, que no debería estar allí, y sin embargo nunca puedo evitar entrar a ver las tumbas.

Ayer iba contigo. Yo no quería entrar pero no lo dije. Sabías que me gusta entrar  a ver sin más y entraste sin preguntar, sin decir nada; y me cogiste de la mano para llevarme contigo allí dentro. Había muchísimas tumbas en un césped verde intenso. Descendimos las escaleras que seguían la verja de la entrada, y cuando mis pies tocaron el suave terciopelo esponjoso de la hierba sentí cómo el suelo se movía dentro, muy dentro de mi. Levanté la vista para llamarte, para decirte que algo no iba bien, pero tu no quisiste entender mi mirada de auxilio. Te quería, a pesar de todo, y seguí caminando, incluso un poquito más rápido, para poder alcanzarte.

Te paraste en seco y yo te alcancé por fin. Entonces, me atrajiste entera contra tu cuerpo y comenzaste a besarme con una pasión indescriptible. Me atraía tu cuerpo, pero el lugar me transmitía "malas vibraciones" y no me parecía adecuado todo aquello. Al fin abrí la boca y te supliqué que nos fuésemos de allí, que no me apetecía seguir en aquel lugar...

Tú me miraste con esa sonrisa, y el suelo se quebró en mil pedazos, me sujetaste fuerte y pude ver como aparecía un monje a lo lejos que caminaba hacia nosotros... aunque lograra apartarme de tus brazos no entendía porqué no huíamos hacia la salida. Cuando me di cuenta, ya era imposible salir, todo estaba infinitamente lejos, y nos encontrábamos en una isla de tierra batida, en la cual el suelo estaba casi vertical... tú no dejabas de sujetarme. Llegaron más personas y me agarraron, no recuerdo muy bien quienes eran, pero se que estabas tu, el monje, una mujer y un hombre muy grande.

La mujer dijo algo como que habían conseguido que me pasara al bando de las tinieblas, que sería violada por ti delante de todos y que me torturarían y me juzgarían por todo mi mal. Yo me resistía y no paraba de intentar escapar. Logré correr hasta el borde de la isla de tierra y me caí, entonces alcé la mirada hacia la entrada del camposanto... creo que pude haber visto un ángel. Le miré e intenté preguntarle porqué me estaba pasando a mi todo aquello... yo era una persona normal; sólo logré entender una cosa en su mirada antes de que me volvieran a apresar... y es que TODO tenía una razón de ser.

Yo seguía luchando con todas mis fuerzas mientras tu me agarrabas y cuando te miraba, no percibía ningún tipo de sentimiento bajo tu piel... sentí miedo, el cual se intensificó cuando la mujer dijo:
- ¡Basta! Se acabó la compasión por hoy... si no quieres hacerlo tu misma te obligaremos nosotros!!!

No se cómo logró activar aquella cosa, ni qué sucedió... Un destello de color violeta apareció desde un punto no muy definido y en cuanto lo vi se me quedó como ardiendo impreso en la retina. Realicé un viaje indescriptible desde el exterior hasta el interior de mi, de mi cabeza... en mi mente estaba, esa pequeña esfera, la esfera púrpura. No sabía qué hacía aqueña pequeña bola en mi cabeza... hasta que desapareció, y lo comprendí todo... en su lugar brotó de la nada una masa rojo eléctrico y realicé de nuevo un veloz viaje hacia fuera de mi esta vez. Me encontré en el suelo llorando sangre. Ya no tenía mis ojos... ahora eran rojos. No tenía más fuerzas así que me desmayé.

Cuando desperté estaba atada con cadenas y tu me mirabas... también tenías los ojos rojos. Me sentía como si me hubiesen extirpado la bondad del cuerpo... todo sentimiento bueno en mi había desaparecido. Era un pequeño demonio, inexperto, todo odio e ira, masas rojas en el cerebro y ojos sanguinolentos.

Te acercaste, me soltaste y no quise huir. Me dijiste que tenía que acostarme contigo para cumplir mis castigos... en aquel momento no pude negarme, no sentí nada, no había sensaciones, sólo placer, ni rastro de algún sentimiento.



No se cuánto tiempo viví torturada por otros demonios más poderosos, me tenían encadenada todo el día y me daban latigazos, me quemaban por partes... y a pesar de todo eso mi integridad física prevalecía. Sólo era dolor. El odio crecía dentro de mi. Sólo pensaba en ti, en lo que estaba pasando... ¿porqué me habían quitado mi esfera?.

Y entonces llegó un día en el que ya no me torturaban. Podía hacer más o menos lo que quisiera, siempre que no supusiera rebelarme contra otro... y el tiempo que pasaba contigo iba creciendo... demasiado sexo hasta para mi. Supongo que pasó de ser un castigo a algo nuestro...

Un día me agarraron entre muchos y se disponían a torturarme... No se porqué, miré hacia ti... y tu también me mirabas. Tampoco se porqué te enfrentaste a ellos... pero me dejaron en paz. ¿El amor lo aguanta todo? ¿podría estar creciendo dentro de nosotros otra esfera púrpura?.

Seguimos sobreviviendo y yo cada vez me integraba más en esa comunidad demoníaca. Las dimensiones del espacio y del tiempo no estaban muy claras en mi mente... pero tampoco me importaba. Podría estar muerta y ni siquiera lo sabía... ¿y qué era de ti? ¿también estabas muerto? ¿cómo y por qué habías venido a por mi?.

Llego un punto en el que creí que te quería... o algo parecido. Creo que tu pensbas lo mismo que yo, pero no hacía falta hablar... a veces con sexo se puede decir todo... Un día me lo dijiste, que tenías que hacer algo bajo las órdenes de aquella mujer... el plan era que yo fuese contigo, y que me harías libre. Supongo que era lo justo... quien te quiere te da la libertad, no te la arrebata. Será que hay cosas más fuertes que ser malo... hasta las peores personas hacen cosas buenas.

Me escondí en los bajos del coche y mi pelo rozaba el suelo al irnos. Cuando pude subirme a tu lado te besé de nuevo. Y allí estábamos, recorriendo el desierto en un coche, levantando el polvo por donde pasábamos a toda velocidad. Recorrimos el camino en silencio, no se a dónde, yo confiaba en ti...

Pude ver el final de la isla de tierra, y la puerta de aquel lejano cementerio. Nos bajamos del coche y nos dimos la mano... caminamos juntos hasta la escalera destruida y pude ver aquel ángel. Antes de reaccionar nos envolvió una luz y nos encontrábamos fuera del cementerio. En ese preciso instante volví a ver a aquel ángel... fue cuando descubrí la razón de todo aquello, fue como un suspiro, como un susurro... "todo fue por el, fue para salvarle a el, no para condenarte a ti"... y recuperamos nuestra esfera púrpura, porque tan solamente una persona que de verdad te ama, te puede salvar.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Contratiempo...


Hace tiempo que no siento, 
lo que escribo, lo que pienso,
tanto tiempo que no sueño...
¿eres tú mi contratiempo?

Cada vez que pienso en ello, 
cada vez que me abandono, 
me sorprendo y no comprendo
porqué casi nunca lloro...