lunes, 3 de mayo de 2010

Valiente...


El próximo que queme en una hoguera mis traumas y los suyos, y me haga bailar desnuda a su alrededor; que tenga el valor de venir con un botiquín de primeros auxilios para socorrerme y hacerme el boca a boca si es necesario. El último que llegue que me dé paz y después guerra, que sacuda mi cama como un animal; que como decía aquella canción, que me dé la vez, la razón, la mano y el oro y el moro, (aunque yo soy más de plata...), que no traiga currículum pero que pase con nota la entrevista personal, claro, que pida por esa boquita, que yo le aumentaré ya no el sueldo, sino el sobresalto, el calor en la nuca, la adrenalina y la serotonina.

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