Que quería un cocodrilo inflable de dos metros, para chapotear en la playa.
Que quería una pistola de burbujas con forma de corazón, y siempre me conformé con comprarme algún que otro pompero a escondidas.
Que siempre intenté escribir poesía... pero parece mentira que no me salga nada bueno.
Que me hace ilusión gritar algo que no viene a cuento por la calle, aunque si que me importa que me miren.
Que es la primera vez que me besan bajo la lluvia y además sale el arcoiris...
Que se que el hoy es lo que importa, y aún así se me hace raro pensar en que los mañanas puedan suponer el que ya no estés aquí...
Que soy muy feliz porque... me han regalado una pizarra magnética :)
Pero me parece triste que el mundo no disfrute de pequeños detalles como esos... y más triste aún que no se conmuevan con una frase de amor. Los niños sonrientes que llevamos dentro nos hacen imposible dejar de soñar, así que: Paula pequena, no desaparezcas nunca... prometo pagarte todas las deudas que tengo con mi niñez, cueste lo que cueste.
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