miércoles, 21 de marzo de 2012

¿Por cuánto te vendes...?



Báilame el agua,
Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto,
Sácame de quicio, hazme sufrir...
Ponme a secar como un trapo mojado.
Lléname de vida,
líbrame de mi estigma,
Llámame tonto.
Olvida todo lo que haya podido decirte hasta ahora.
No me arrastres,
No me asustes,
Vete lejos...pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Toca mis ojos,
Nota la textura del calor,
¿Por cuánto te vendes?
Píllate los dedos,
Y deja que te invite a un café.
Caliente claro
Y sin azúcar... sin aliento.
Báilame el agua.
Úntame de amor y otras fragancias de su jardín secreto.
Riégame de especias que dejen mi vida impregnada de tu olor.
Sácame de quicio.
Llévame a pasear atado con una correa que apriete demasiado.
Sírveme un vaso de agua ardiente y bendita que me queme por dentro, que no sea tuya ni mía, que sea de todos.
Líbrame de mi estigma.
Llámame tonto.
Sacrifica tu aureola.
Perdóname.
Traga el humo.
Arréglalo y que no vuelva a estropearse.
Échalo fuera.
Crúzate conmigo en una autopista a cien por hora.
Sueña retorcido.
Sé yo mismo y no te arrepentirás.
¿Por cuánto te vendes?
Regálame a tus ídolos.
Yo te enviaré a los míos.
Píllate los dedos.
Los lameré hasta que no sepan a miel.


3 comentarios:

  1. Que grande el poema... y más grande aún la peli, que por cierto hace siglos que no la veo!

    Muackas ojazos!

    ResponderEliminar
  2. Hay cosas que no se pueden vender...

    Contestándote a tu comentario en mi blog (si te contesto allí no tengo la certeza de que te llegue xD), te tienes a ti misma, y tienes una responsabilidad que cumplir para contigo... escribir hasta que la miel se seque y se pueda quitar con un rascador, y sentirte orgullosa de haberte arriesgado a gastar tu maravilloso tiempo, porque eso quiere decir que has creído, que sigues al pie del cañón. Y esa, a fin de cuentas, es la actitud :)

    Mil besos, pequeña! Besitos desde mi desconcertante insomnio!

    ResponderEliminar