Nunca pensé que de tanto usar la lengua de malas maneras pudiese uno recuperar su esfera púrpura... y he tardado demasiado tiempo, pero por fin he vuelto a crear una. Estaba harta de ser un pequeñisimo demonio, y bueno... ser un demonio no es algo de lo que me pueda olvidar o curar completamente, pero ... algo es algo.
Por fin sueño con pedir perdón sin tener la culpa de nada, y eso me da paz interior, o más guerra que es lo que de verdad deseo. Ahora por las noches cierro los ojos y contemplo mi hermosa esfera. Y es que todo nace de uno mismo ¿no?, aunque los puntos extra de vida nos los da algo ajeno,... aunque sea un gato... pero hasta los gatos tienen corazón, y se que maullan solamente los que conservan después de las mil batallas en un cementerio su esfera.
MiiiiiiAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAüüüüüüüü
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