martes, 20 de abril de 2010

Deseos...


Existen millones de finísimos hilos de sueños que mueven nuestros cuerpos como una marioneta, que consiguen que nos movamos con más facilidad y que nos sintamos capaces de realizar el infinito salto mortal que nos lleve a las estrellas. Estos hilos los forjan nuestros deseos. A veces, cada latido que da nuestro corazón sólo susurra algo… algo muy simple, un deseo que paradójicamente complicaría mucho nuestra breve historia…
Un simple deseo.
Y de repente sucede…, como una estrella fugaz, como soplar un diente de león, o unas velas… da igual, hay algo que hemos deseado tanto y ahora es tan real que lo podemos tocar con los dedos… y no nos importa que esos dedos sean manejados por esos hilos que no desaparecen, no nos importa porque… ya hemos cumplido otro deseo y… los hilos siguen ahí para poder seguir deseando.
Deseo cumplido ;)

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